A la memoria de mi padre: José Berni Gómez q.e.p.d. El inició esta colección |
COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS Juan Alberto Berni González A.V.E. 1415 |
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el REVERSO DE LAS VITOLAS -EL PAPEL |
Todo buen coleccionista y vitólfilo que se precie como tal, además
de guardar cuidadosamente en su colección las anillas adquiridas o cambiadas con
esfuerzo y tesón, también las observará detenidamente hasta en sus más escondidos
detalles, buscando datos que aporten luz sobre su
entorno histórico, origen, antigüedad, etc... Pero suele ocurrir que cuando examinamos una vitola nos embelesamos con la vistosidad
de su anverso
o cara bonita y solemos olvidarnos de analizar con cierto detenimiento su
dorso o REVERSO, que podríamos calificar como el gran olvidado.
Como mucho observamos su superficie por si tiene
restos de charnela, algún descarnado o defecto, el estado del engomado en el
ala opuesta al talón o marginal, los surcos o marcas efecto del relieve (cuando
lo haya) pero poco más.
Pues bien, siguiendo la vieja y sabia máxima del
coleccionista, que es la de observar, veremos que con un poco más de
tiempo y esfuerzo seremos capaces de detectar detalles curiosos y otras características
coleccionables que se ocultan detrás de esa "cara bonita" de las
anillas:
En general, podemos afirmar que el papel más antiguo es el que mayor estabilidad química presenta ante el paso del tiempo, pues es el que menos pulpa de madera contiene y por tanto menor proporción de lignina, que es el componente que se oxidará con el paso del tiempo.
A nivel visual, podremos observar distintos colores: amarillento, anaranjado, blanco puro, blanco grisáceo, blanco marrón, etc... y a veces también observaremos ciertas manchas ocres.
Pues bien, la gama
de colores amarillo-anaranjados denotan papel fabricado con pasta de papel de
mala calidad con, celulosa de alto contenido en lignina que se oxida y envejece
prematuramente por el aire, la luz y la humedad. Este papel es blando, quebradizo y con el tiempo llega a deshacerse o descomponerse, como sucede con
algunos libros, resiste el agua con problemas y las tintas que tuvieran
adheridas se desprenden fácilmente al menor impacto o arañazo.
A nivel táctil, cuando tocamos o frotamos la vitola entre los dedos
podremos notar perfectamente su grosor, gramaje, tersura y ductilidad. Veamos como se puede detectar la calidad y el estado del papel de una vitola:
EL ENGOMADO.
La goma, cuando
se conserva, siempre la encontraremos aplicada en el extremo opuesto al talón y constituye otra característica o factor distintivo de las vitolas: tipo de
goma, color y extensión.
Los colores oscuros, casi negros, denotan
antigüedad y son debidos a la utilización como pegamento de un compuesto
químico denominado dextrina, producido industrialmente mediante la hidrólisis
del almidón de patata; esto no quiere decir ni mucho menos que todas las
vitolas antiguas deberán tener su engomado de color oscuro, ya que podremos encontrar
muchas excepciones.
A veces este pegamento es tan fuerte que llega a
resquebrajarse y hasta romper el papel; otras veces se deshace o
desmorona con el paso del tiempo de forma expontánea o con un ligero frote o rozamiento.
No obstante, en las anillas modernas siempre encontraremos gomas claras, mas estables, pero también nos encontraremos muy frecuentemente anillas que no poseen
goma; esto puede obedecer a que las fabricarondirectamente sin ella o bien a que algún
coleccionista anterior las sumergió en
agua para despegarlas o arreglarlas.
LA SUPERFICIE DEL
PAPEL.
Dirigiremos ahora toda nuestra atención
sobre la superficie del papel y en los objetos que pudiera tener adheridos.
La Charnela.- En primer lugar hablaremos de la típica charnela que se ha venido usando para fijar las anillas (centro o alas) a las páginas de los álbumes de colección.
Se trata de una pequeña pieza de papel, normalmente fino y transparente, doblado asimétricamente y estando engomado por una de sus caras.
Se utiliza del siguiente modo:
Como es lógico hay muchos tipos de charnelas, desde aquellas que se
separan fácilmente, dejando una huella mínima de pegamento que se elimina
frotando ligeramente la superficie afectada con un trapo o papel humedecido,
hasta aquellas que para eliminarlas se hace preciso aplicar agua durante un buen tiempo para
ablandarlas y proceder a su limpieza. En el peor de los casos nos encontraremos con un
cúmulo de varias charnelas superpuestas, formando una verdadera costra endurecida. En estos casos hay que actuar con paciencia, en fases sucesivas de ablandamiento
y separación.
De hecho, estas montañas de charnelas superpuestas provocan
frecuentemente deformaciones permanentes en
la superficie de la anilla, afectando las mas de las veces a la parte central y mas visible de su
anverso. Incluso a veces (pocas afortunadamente) llegamos a ver manchas grasas
debidas a los pegamentos de charnelas caseras, por ejemplo hechas de papel
celo.
En la figura anexa, que ilustra este tema, podemos ver una anilla de la marca
María Guerrero (Alfonso XIII) deformada por la rigidez de las charnelas adheridas en su
dorso; en otro caso se observa la mancha marrón oscura de un cúmulo de
charnelas pendientes de eliminar. En ambos casos una intervención cuidadosa las
dejará como nuevas.
Las irregularidades de la
superficie.- En segundo lugar deberemos detectar cualquier irregularidad de la superficie
cuya existencia nos llevará a pensar en una posible manipulación para realizar
trabajos mas o menos finos de reparación de desperfectos como roturas,
debilidades, grietas o descarnados del papel.
Hay varios métodos muy eficaces y fáciles de llevar a cabo para poner de
manifiesto estas manipulaciones:
Si desea recabar mas información
sobre este
interesante tema, puede leer el capítulo:
Vitolas
defectuosas y su reparación, dentro de la sección: Gestión de las colecciones.
Manchas.
En tercer lugar pondremos atención en las manchas del papel.
Dichas manchas se manifiestan visiblemente y obedecen a múltiples causas,
siendo algunas de ellas las siguientes:
Cercos de humedad producidos por agua o
humedad.
Manchas de tinta, muchas de las veces por escribir en el reverso con
pluma o bolígrafo.
Bandas horizontales de
pegamento graso que dejan las hojas de algunos tipos de álbumes de fotografía.
Manchas de grasa pegajosa que
deja del papel celo usado para pegar o reparar vitolas.
Puntos o franjas de color marrón oscuro que corresponden a manchas
por oxidación del propio papel debida a mala calidad o a un
almacenamiento inadecuado. En la mayoría de los casos
las manchas del papel no se pueden eliminar.
Finalmente nos fijaremos si tiene adherido en uno de los extremos algún trozo
de papel que pudiera corresponder a desprendimiento o desgarro al despegar la
anilla de su extremo engomado. En la mayoría de los casos este pedazo de papel
adherido puede recuperarse perfectamente despegándolo y fijándolo con cuidado
en la parte frontal descarnada, lo que va a mejorar sustancialmente nuestra
pieza deteriorada recompuesta usando el propio material original.
Este tema se
verá con detenimiento en el capítulo: Vitolas
defectuosas y su Reparación.
IMPRESIONES Y OTROS TEXTOS.
Finalmente hablaremos de una característica
importante del reverso de las anillas que es la gran variedad de textos
incluidos en su reverso y que aparte de proporcionarnos a veces datos sobre
ellas las convierte para algunos como otra característica coleccionable mas a
tener muy en cuenta.
Podemos clasificar los textos en dos grandes clases:
Existen
opiniones diversas acerca de esta antigua costumbre de marcar las vitolas.
Unos dicen
que es innecesaria y desaconsejable, pues puede provocar daños irreversibles
al papel al impregnarse de tinta, llegando a afectar a la superficie del anverso.
Otros afirman que no les importa, incluso les gusta,
pues lo ven como
un trocito de historia vitolfílica.
En cualquier caso solo decir que afortunada
o desafortunadamente, la costumbre en cuestión ha caído en desuso desde hace
bastante tiempo pero no cabe duda de que constituye una modalidad curiosa y entrañable
de la vitolfília, sobre todo para aquellos mas veteranos que han llegado a
conocer, incluso a tener amistad con alguno de ellos.
Para ambos tipos de texto que hemos descrito,
la forma de coleccionarlos es variada pero parece que la recomendación sería colocar, cuando se pueda, un ejemplar de la vitola con el anverso visible y
junto a éste los distintos ejemplares de reverso con distintos textos. Si así
procedemos, queda un
conjunto muy vistoso y didáctico.
Textos impresos en la vitola
por el propio fabricante |
Textos, anagramas o manuscritos sobre el reverso de la vitola realizados por alguno de los propietarios por los que pasó. |
FUENTES DE INFORMACIÓN
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