A la memoria de mi padre: José Berni Gómez q.e.p.d. El inició esta colección |
COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS Juan Alberto Berni González A.V.E. 1415 |
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MANUEL VALLE Y FERNÁNDEZ Y SUS MARCAS LA FLOR DE CUBA Y LA FLOR DE MURIAS |
MANUEL VALLE y FERNÁNDEZ nació en 1838, en el concejo asturiano de Candamo, y más concretamente en la pequeña parroquia de San Tirso.
El paisaje del lugar es montañoso en su mayor parte y está atravesado por el fértil valle del río Nalón.
La emigración de este concejo ha sido una constante en la historia, haciéndose palpable y patente cuando hablamos de apellidos tan importantes en la historia del tabaco como los Valle, los Muria o los Menéndez, naturales todos de este concejo. Ellos lograrían triunfar en Cuba creando y controlando importantes fábricas de tabaco cuyos productos alcanzarían fama y prestigio mundial.
Manuel Valle llegó a Cuba muy joven, según fuentes distintas consultadas a los seis años según (*1) o a los 14 años según (*6), y allí se quedó a vivir. Aprendió el oficio de tabaquero en la fábrica La Caoba, situada en la esquina entre las calles Dragones y Lealtad. Fue operario y luego capataz en la prestigiosa fábrica de El Águila de Oro, propiedad del famoso Gustavo Bock.
Tras años de intenso trabajo, logra triunfar como industrial tabaquero, llegando a ser uno de los más acaudalados e influyentes capitalistas de La Habana.
Allá para el año 1860 (*1) Cuba había conquistado el mundo con la incuestionable calidad de su tabaco. Fue ese mismo año, a la temprana edad de 22 años, cuando Manuel Valle Fernández deja su puesto en El Águila de Oro y funda en compañía de Casimiro Suárez (*3) la marca de tabacos que sería posteriormente una de las más importantes fábricas de la Isla, La Flor de Cuba. A principios de 1880 abre su taller principal en Calle Virtudes nº 96 (entre Virtudes y Manrique). Más tarde se trasladará a la calle Galiano 102.
Registró también otras importantes marcas anexas que utilizó para la exportación (ver lista de marcas al final del capítulo).
Si bien La Flor de Cuba fue su primera fábrica y siempre su marca principal, también adquirió la acreditada marca La Flor de Murias.
LA FLOR DE MURIAS.
Poco sabemos de esta marca. Según (*1) fue comprada por Manuel Valle a la familia Murias (también de Cadamo), pero esto se contradice con distintas informaciones de la marca aparecidas en revistas y periódicos de la época.
Veámoslo en detalle:
El fundador de la marca sería Antonio Rodríguez Murias, oriundo de Ribadeo, según consta en varias publicaciones (*10) donde se publica su fallecimiento en 1907 atribuyéndole la propiedad de la marca.
En otra publicación de 1882, Elías Valle Fernández (hermano de Manuel Valle) solicita el registro de la marca La Flor de Murias. (*11)
En 1885 aparece comercializada por la empresa Antonio Murias y Comp. , figurando como domicilio la calle de la Zanja nº 1 y como propietario Elías Valle. (*9)
En resumen, la marca aparece con distintos dueños de la familia Valle y Fernández (todos hermanos): Elías (*11), Alejandro (*12) y finalmente Manuel (*13). De hecho hay una bella litografía con el siguiente texto «La Flor de Murias, Antonio Murias y Cia - Fábrica de Tabacos de Manuel Valle Calle San Rafael nº 87 Habana». (*1)
En 1886 fallece Elías Valle (*14) e inmediatamente la fábrica cambia de propietario y de domicilio: Alejandro Valle, calle Virtudes 96. (*15). Solo como hipótesis, se podría pensar que la fábrica originaria estuviera ubicada en la citada calle de la Zanja nº 1, que casualmente es la misma (aunque se desconoce el número) donde se ubicó la sociedad de Felix Murias y Ca. fundada en 1881, disuelta en 1890 y adquirida ese mismo año por Pedro Murias junto a sus marcas La Devesa y La Suiza Española. (*12)
Continuando ya con la historia de nuestro personaje, Manuel Valle, decir que en su fábrica se creó el primer taller de despalillado para mujeres establecido en La Habana en 1877, en una casa de Ánimas al fondo de su fábrica.
Su tabaquería fue de las primeras en establecer la lectura en el salón de torcedores.
En 1882, la fábrica fue adquirida por otro importante tabaquero y por aquellos años uno de los más prominentes hombres de negocios de Cuba, Segundo Álvarez Nava, propietario de la prestigiosa marca La Corona, pero ante las dificultades de trasladar la fábrica a los Estados Unidos como era su idea inicial, dio un giro de 180 grados volviéndose atrás en el último momento. Así, en 1883, Manuel Valle Fernández reanuda la actividad de la empresa como propietario, esta vez con la denominación de Manuel Valle y Cia. En ese mismo año de 1893 era presidente de la Unión de Fabricantes de Tabaco formando equipo con Rafael García Marqués como secretario
En 1886, la empresa tabaquera de Manuel Valle había aumentado el número de marcas, obligándose a entrar directamente en el negocio agrícola del tabaco mediante la incorporación a la sociedad de un propietario de vegas en Pinar del Rio, José Paula Arias.
Su negoció fue en aumento con sucesivas ampliaciones en las fábricas y traslados a distintos emplazamientos.
Después de su muerte en 1896, su esposa y heredera, Concepción Heres, siguió durante unos pocos años con los negocios tabaqueros de su esposo a través de la sociedad Viuda de Valle y Fernández hasta su definitiva venta a los trust norteamericanos en 1898.
Llegó a ser coronel del 4º Batallón de Voluntarios de La Habana y militante en Cuba del emergente Partido Reformista. Este partido jugará un papel muy importante en la vida política cubana a partir de 1893, bajo la dirección del Conde de la Mortera. A su muerte, Manuel Valle le sucede en la presidencia del Comité Central.
Patriota, joven y entusiasta, ingresó en 1855 en las filas de los leales defensores del sentimiento español, alistándose como voluntario en el 2º batallón de Cazadores de la Habana, donde llegó al grado de coronel.
Hombre de gran prestigio, querido y admirado por todos, fue uno de los nombres mas prominentes de su época, habiendo figurado en puestos relevantes de todas las instancias corporativas como: Partido Unión Constitucional (directivo) y Partido Reformista, Diario de La Marina (vicepresidente), Círculo Militar, Cámara de Comercio, Unión de Fabricantes de Tabaco (presidente), Centro Asturiano de la Habana (presidente), Casino Español de la Habana, Diputación Provincial (vicepresidente), dos veces Benemérito de la Patria y cuatro veces Caballero de la orden del Mérito Militar (*6).
El Centro Asturiano de la Habana. Breve historia.
Como ejemplo de su activo y enérgico carácter, se cuenta cómo llegó a la presidencia de dicha institución el 12 de noviembre de 1886. Veamos lo sucedido.
Famosa fue entre los asturianos de toda la Isla la polémica creada por la mala gestión que hizo la Sociedad
Asturiana de Beneficencia, creada en agosto de 1877, por no ayudar a paliar los perjuicios del crudo invierno de 1885 en diversas zonas de Asturias, y así lo habían puesto de manifiesto diversas publicaciones locales y en concreto El Heraldo de Asturias, que criticaba abiertamente a la citada Sociedad por su mala organización y acusaba abiertamente de negligentes a sus directivos, encabezados en esta ocasión por su presidente Leopoldo González Carvajal y Zaldúa, Marqués de Pinar del Río.
Esto fue el germen de la creación del Centro Asturiano de La Habana, que inicia su andadura el 21 de marzo de 1886 con solo 50 socios. Inmediatamente se elige Junta Directiva a favor de Antonio González Prado, aunque la dirección la lleva el vicepresidente, Vicente Álvarez Prida. Ante una actitud un tanto pasiva del presidente, el 12 de noviembre de 1886 se decide elegir nueva directiva, encabezada por Manuel Valle Fernández, del cual se hacía el siguiente "retrato", que se incluye para hacernos una idea de su carácter:
«No pecaba, ni mucho menos, de locuaz, antes al contrario, era parco y sobrio en palabras, si bien sabía expresarse con cierta soltura y hasta en ocasiones, cuando templaba sus nervios y al calor de algún debate, actuaba con cierta elegante elocuencia hija de su gran sinceridad, de su espíritu recto y de su corazón afectuoso y caritativo.»
Al poco tiempo, sucedió otro nuevo asunto que causó otra contienda entre dos asturianos y una gran polémica: La compra por parte del Centro Asturiano del edificio del Casino Español de La Habana, propiedad de los hermanos Martín y Anselmo González del Valle, donde tenía su sede permanente en régimen de alquiler.
En 1887, siendo Manuel Valle presidente de dicho Centro Asturiano y simultáneamente apoderado de los hermanos González del Valle en La Habana, estos le encargan su venta para la ubicación de una nueva sede del Centro Asturiano en dicha ciudad.
El proceso de adquisición fue largo y tenso, pero finalmente se llega a un acuerdo por el precio de 85.000 pesos oro. Esta operación fue una auténtica bomba en Cuba.
Cuando el Casino Español quiso reaccionar ya era tarde, causando tanto rechazo que se intentó deshacer la operación, incluso con amenazas, declarando facciosa a la Sociedad del Centro Asturiano.
Leopoldo González-Carvajal, como presidente del Casino Español, hizo todo lo humanamente posible para deshacer la compra, escriturada el 24 de mayo de 1887. Finalmente se llega a un entendimiento mediante un nuevo contrato al Casino Español por dos años a nombre de Leopoldo González-Carvajal y Segundo García Tuñón.
Mientras se buscaba otra sede se analizaron fórmulas para compartir el edificio sin lograr acuerdo. Finalmente, ante la negativa del Casino a solicitar una nueva prórroga para permanecer en el local y no ofreciendo fecha para abandonarlo, se presentó demanda de desahucio en el Juzgado del Distrito de Belén dictándose fallo a su favor en noviembre de 1889.
Pero el Casino contraataca presentando recurso de apelación en el Juzgado de Primera Instancia obteniendo fallo revocatorio para asombro de la propia judicatura habanera, ante la violación del Código Civil que ello representaba.
Interpuesto recurso ante el Tribunal Supremo del Reino de España, se anula dicha sentencia de revocación del Juzgado en enero de 1890.
Pese a todo, la obstinación de la Directiva del Casino demoró la entrega del edificio hasta diciembre de 1890, momento en que definitivamente el Centro Asturiano tomó posesión de su casa, inaugurándose oficialmente el domicilio social con una gran fiesta el 24 de mayo de 1891 en la que participó activamente su presidente Manuel Valle y Fernández.
Realizó un excelente trabajo al frente de los destinos del Centro Asturiano como su primer presidente en esta nueva sede hasta su muerte. Como primera medida, se destinó la considerable suma de 85.000 pesos oro para embellecer pomposamente las salas del edificio, siendo financiado por los socios (nuevos ricos) de la institución asturiana.
Tras un incendio que destruyó por completo el edificio en 1918, se levanta otro nuevo que funcionó para tal fin entre 1927 y 1959. Se trata de uno de los edificios más suntuosos de La Habana, obra del famoso arquitecto cubano residente en Gijón Manuel del Busto.
Costeado por los emigrantes con mayor poder económico y en menor medida con el aporte de decenas de miles de afiliados, fue inaugurado el 29 de noviembre de 1927 .(*17)
El 11 de octubre de 1883 casa por poderes en segundas nupcias con su sobrina Concepción Heres, una bella asturiana de 19 años (26 menos que él) muy nombrada por aquellos años en la capital del Principado, Oviedo. Por su belleza y elegancia era conocida en la Isla como La Perla de Cuba.
Según ella misma confiesa (*8), se conocieron en el Palacio de los Fernández Heres, en Grado de Rodiles, propiedad de su hermano Víctor, durante una de las visitas que Valle solía realizar en verano a su Asturias natal.
Aunque establecieron su hogar en la Isla, fueron frecuentes los viajes que realizaba la pareja a EE. UU., España y París, donde Concha aprovechará el tiempo visitando exposiciones y adquiriendo importantes piezas como vajillas, alhajas, juegos de café, relojes e importantes obras de arte.
En París harían muchas amistades, entre ellas la familia de otro famoso triunfador en el sector tabaquero y también compatriota suyo: José Rodríguez Fernández (Don Pepín), presidente y socio mayoritario de la prestigiosa fábrica Romeo y Julieta.
El 19 de abril de 1896, en una de las mejores fincas de La Habana, propiedad de Leonor Herrera, hermana del Conde de la Mortera, se pone la primera piedra de la que sería la futura Casa de Salud Covadonga, siendo el padrino el General Weyler y la madrina, como es lógico, la mujer del presidente.
Aún hoy su estatua preside el parque frente a su añorada Quinta Covadonga, hoy Hospital Público Salvador Allende.
Ese mismo año de 1896, ya enfermo, decide abandonar Cuba y regresar a España con su mujer, y al poco tiempo sufre una grave afección cardiaca. Pero antes dona suficiente dinero para la conclusión de las obras de construcción la Quinta Covadonga.
Desgraciadamente no vería su inauguración oficial, ya que el 21 de noviembre de 1896 fallecía en París, donde había acudido en busca de consejo médico.
Inmediatamente depués de la muerte de su esposo, Concepción Heres toma el mando de las empresas de su esposo como heredera legal.
Deja los negocios de Cuba administrados por su hermano Casimiro y se instala en la villa de Grado, donde adquiere una casa solariega en la calle Marquesa de la Vega de Anzo, residiendo en ella con su madre, también viuda.
El 24 de septiembre de 1899, Concepción Heres traspasa las fábricas y marcas de tabaco de su propiedad a la sociedad Havana Comercial Co., perdiendo en ese momento su condición de fábrica independiente, vinculándose a los por entonces poderosos grupos de presión ingleses y norteamericanos, que adquirieron otras importantes fábricas. Solo resistieron un destacado grupo de tabaqueros que no se dejaron manipular, llamados los independientes.
A pricipios de 1900, Concepción Heres, intentando olvidar su tristeza, traslada su residencia a Oviedo y comienza una activa vida en la sociedad ovetense. Residirá en un popular palacete del centro de Oviedo, derribado con mucha polémica en 1978 y conocido como palacio Concha Heres, que había sido adquirido por su esposo después de la boda. Casualmente, la quinta no fue construida originariamentea para él, sino que fue para otro famoso indiano: Anselmo González del Valle, mediante la compra de los terrenos de la llamada finca del Villazón, hoy calle Toreno.
En ese palacete, el hijo músico de Anselmo reuniría a famosos músicos e intelectuales de la época. Concha Heres conocerá allí al que sería su segundo marido, Luis Menéndez de Luarca y Secades. Fallece en Madrid el 2 de junio de 1943.
Sus restos descansan junto a los de su primer esposo, Manuel Valle Fernandez, en un panteón sobreelevado del cementerio de Grado, construido en la década de 1920 por el arquitecto Anselmo Arenillas (actualmente en mal estado de conservación). Allí reposan los restos de ambos, en sendos sarcófagos de mármol, con estatuas yacentes del mismo material con la cara y las manos de marfil.
Antiguas anillas de su emblemática marca
Flor de Cuba de M. Valle y Ca. (*7)
Vitola de la marca "la Flor de Murias", ya de propiedad de Manuel Valle. (*7) |
En 1932, la empresa cubana TABACALERA CUBANA S. A. que había rescatado muchas de estas fábricas en poder de los grandes trusts , principalmente norteamericanos, se hace cargo de la fábrica.
En 1960,la empresa del Estado cubano CUBATABACO, en cumplimiento de la Ley 914 de dicho año nacionaliza la fábrica.
Sus fábricas de tabacos y cigarros participaron en múltiples exposiciones internacionales consiguiendo las siguientes distinciones:
MEDALLAS DE ORO:
PREMIOS AL MÉRITO:
El material litografiado para sus marcas en forma de anillas y habilitaciones fue encargado a los mejores talleres litográficos de la época, siendo realmente una joya y un máximo exponente de la sensibilidad artística de este eminente asturiano. Manuel Valle Fernández hacía sus encargos a litógrafos asturianos, principalmente a Manuel García cuyo taller estaba situado en la calle de San Nicolás, 124 de La Habana.
Sobre la existencia de anillas, ciertamente muy abundantes, con el texto FLOR DE CUBA, pero de procedencia europea, merece la pena aportar la opinión al respecto del eminente experto vitólfilo Florencio Giménez Caballero: «Posiblemente sean de procedencia belga con licencia para este país europeo de Don Manuel Valle Fernández, propietario y fundador de la marca cubana La Flor de Cuba, es decir se trataría de tabacos o cigarros puros cubanos pero anillas europeas que ellos se encargaban de hacer imitando las cubanas lo mejor posible».
relación de Marcas de fÁbrica y anexas
La Flor de Cuba (marca principal) |
El Águila Imperial | La Flor de Murias (adquisición) | American Jockey Club |
La Flor de City Guilds | El Néctar Cubano | La Perla de Cuba | American turf club |
Mi primer pensamiento | La Futura | Sport Club de Alemania | Flor de Adolfo |
La Flor de Mazo |
FUENTES DE INFORMACIÓN (*)
(*1) Revista de la A.V.E. Coleccionable GRANDES TABAQUEROS - Don Manuel Valle Fernández fundador de la marca "La Flor de Cuba" Páginas 57 a 72. Autor: Florencio Giménez Caballero.
(*2) Concha Heres, Viejo Cubia (revista histórica de Grado), nº 3, págs. 14-17, dic. 2004. Autor: Mónica Pérez Robles.
(*4) Historia del Centro Asturiano de La Habana. Autor: Orlando Segundo Arias.
(*6) Los asturianos en el norte y los asturianos en Cuba. Autor: Ramón Elices Montes, editado el 1 de Enero de 1893 en La Habana (Cuba).
(*7) Colección del autor.
(*8) Entrevista a Concepción Heres. Entrevistas en la Historia. Ignacio Gracia Noriega. La Nueva España - 2 de mayo de 2005. https://ignaciogracianoriega.net/enh/20050502.htm
(*9) Anuncio de La Flor de Murias. Antonio Murias y Comp con domicilio en calle de la Zanja nº 1. Propiedad de Elias Valle. Anuario de Comercio e Industria. 1885.
(*10) Noticia del fallecimiento en Ribadeo de Antonio Rodríguez Murias, propietario de La Flor de Murias. Castropol. Periódico decenal Año III nº 861885. 30 de noviembre de 1907.
También en el Diario de la Marina. Cuba, 26 de noviembre de 1907.
(*11) Solicitud de inscripción de la marca La Flor de Murias por Elias Valle Fernández. La Gaceta de la Habana. 26 de julio de 1882.
(*12) Disolución y venta de la sociedad Felix Murias y Cia. con sus marcas La Devesa y La Suiza Española. Diario de la Marina. Cuba, 15 de febrero de 1890
(*13) Variación de la marca La Flor de Murias de Manuel Valle Fernández. Gaceta de La Habana. 1 de febrero de 1893.
(*14) Noticia del fallecimiento de Elias Valle Fernández el 6 de junio de 1886, propietario de La Flor de Murias. Diario de la Marina. Cuba, 17 de abril de 1886.
(*15) Anuncio del cambio de domicilio de la fábrica Flor de Murias. En dicho anuncio, el propio hermano, Alejandro Valle se atribuye la propiedad de la fábrica La Flor de Murias y pide al Diario de La Marina la publicación del cambio de domicilio de la marca: de la calle Zanja nº1 a Virtudes nº 96. Diario de la Marina. Cuba, 10 de junio de 1886.
(*16) Esquela y anuncio de honras fúnebres por el fallecimiento de Manuel Valle y Fernández. Diario de la Marina. Cuba, 5 de marzo de 1897.
18970323 In Memorian de Manuel Valle Fernandez, Flor de Cuba y Flor de Murias. Diario de la Marina. Cuba, 23 de marzo de 1897.
(*17) El Museo Nacional de Bellas Artes de la Habana. Autor: Martha Elisabeth Laguna. 2013.
(*18) Artículo en Revista La Nueva España del 12.7.2009. Autor Ignacio García Noriega. Manuel Valle: Medio siglo de Cuba. https://www.lne.es/mas-domingo/2009/07/12/manuel-valle-medio-siglo-cuba-21501375.html
Nota.- Mi sincero agradecimiento a Miguel Monjo Esterlich por su colaboración en el esclarecimiento del origen de la marca La Flor de Murias, dentro de su trabajo de investigación sobre la figura del banquero Juan March Ordinas y sus negocios tabaqueros en el Norte de África.
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